lunes, 22 de septiembre de 2008

Y parecía que todos me miraban a mí

Una de las frases más poéticas de G. en las entrevistas que me dio para el fucking little paper que estoy tratando de -por fin- terminar surgió cuando me contó lo que sentía las primeras veces que habló en público. En un escenario rodeada de hombres, en un rol que en esa -su- comunidad solía ser de hombres. "Y parecía que todos me miraban a mí", me dice, "... y es de verdad, me miraban". Me cautiva esa oración. Es una de las joyitas de estas entrevistas y de las partes que me cuesta demasiado trasladar al trabajo-serio-científico-académico y por eso traslado acá, porque es esto o se pierden. Y éste es un lugar mucho mejor que ese fucking little paper, anyway.

En otro-pero-el-mismo tema, lo mejor de las entrevistas con mi G. es que las reflexiones abstractas aparecían, pero siempre espontáneamente, casi de casualidad, cuando estábamos hablando de algo en particular. Cuando preguntaba en abstracto creo que ni una vez la respuesta fue adonde yo quería.

Y ojo, a no paternalizar (¿maternalizar?), que se nota que G. es viva y la tiene muy clara. Sólo hablamos con códigos distintos. Cuando hablás de cuestiones particulares esta 'diferencia de códigos' molesta mucho menos, porque estás hablando de cosas concretas, que ambas conocemos. En abstracto, todos los conceptos que usás son tu bagaje cultural.

Ahora que lo pienso es super lógico.